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Plantar fasciitis

La fascitis plantar es la causa más frecuente del dolor en el talón. Este malestar se origina con la irritación o inflamación del tejido que sostiene el arco del pie (plantar fascia).

El plantar fascia es un ligamento alargado ubicado directamente debajo de la piel de la planta del pie, que une el talón con la parte anterior del pie y absorbe la presión que ejercemos en el pie con el andar o la posición de parados. Una presión elevada puede afectar o rasgar el ligamento, a lo cual el cuerpo reacciona con una inflamación que provoca dolor en el talón y endurecimiento en el plantar fascia. En la mayoría de los casos, el plantar fasciitis puede producirse sin una causa especial.

Factores de riesgo que facilitan su aparición son: estiramiento de los músculos de la parte inferior de la pierna, obesidad, arcos de los pies demasiado altos, actividad del pie repetitiva e intensiva y uso de calzado inadecuado.

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Bursitis

La bursitis es la inflamación de la “bursa”, estructura en forma de bolsa, que se sitúa cerca de una articulación, hueso o tendón. La función de la bursa es la protección contra la fricción de las áreas mencionadas. La irritación exagerada causada por el movimiento constante en calzado inapropiado provoca la inflamación de la bursa, en la mayoría de los casos en la zona del talón o dedos.

Los síntomas incluyen el enrojecimiento localizado, hinchazón y dolor. Se cura con reposo, paños fríos, remedios antiinflamatorios, inyecciones de corticoides, y cirugía en los casos más graves.

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Osteoartritis

La osteoartritis generalmente aparece en personas de mediana edad. La enfermedad de debe al desgaste del cartílago en los huesos y puede causar inflamación, hinchazón y dolor en la articulación. La osteoartritis progresa despacio, intensificándose el dolor y endurecimiento con el paso del tiempo.

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Disfunción del tendón tibial posterior

El tendón tibial posterior es uno de los más importantes tendones en la pierna. Se extiende desde el músculo de la parte trasera inferior de la pierna y baja hasta el hueso en el sector inferior de la parte central del pie. La función más importante de este tendón es el sostén del arco del pie. Cuando se inflama o se rasga, el arco del pie comienza a descender, provocando al final el cuadro del pie plano.
Las personas mayores de 40 años, especialmente las mujeres, son candidatas a sufrir esta disfunción. Otros factores de riesgo son el sobrepeso, la diabetes y la presión arterial elevada. Esta afección podrá atacar con facilidad a aquellas personas que desde su niñez padecieron pie plano o a quienes son muy activos en la práctica de deportes.

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